Anestesia el otoño la pasión y la ira, por no hablar de las rancias costumbres de los ojos, la ignorancia envejece peor que la mentira, soy un como se llame con los tornillos flojos. Usa mi llave cuando tengas frío, cuando te deje el cierzo en la estacada, hazle un corte de mangas al hastío, ven a verme si estás desencontrada. No tengo para darte más que huesos por un tubo y un salmo estilo Apeles y páginas anémicas de besos y un cubo de basura con papeles. Ni me siento culpable de tu lejos, ni dejo de fruncir los entrecejos que usurpan de tus ojos la alegría, si quieres enemigos ya los tienes, pero si socios buscas ¿cuándo vienes a repartir conmigo la poesía?